Muchos ya la definen como la mejor parada de la historia. Se produjo en el minuto 46 del trepidante encuentro ante el Sevilla. Iker Casillas realizó una de esas intervenciones que se guarda en la memoria de los aficionados durante mucho tiempo. La estirada del portero del Real Madrid fue sublime. Perotti se apresuraba a marcar a un metro de la portería madridista, pero Casillas voló para desviar la pelota cuando todo el mundo daba el gol por hecho. Nunca será más justa la frase "salvó un gol cantado". El guardameta dio una lección de fuerza de piernas, reflejos y calidad al realizar una parada que, como Casillas, pasará a la historia. No es algo casual. Casillas ha jugado casi 500 partidos que le han servido para ganar cuatro Ligas y dos Champions League, entre otros títulos, y sin embargo es ahora cuando atraviesa el mejor momento de su carrera profesional. He aquí una parada que define, por sí sola, una carrera imparable.
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